En estas fechas navideñas resulta al menos curioso releer este documento cumplimentado por Blas Infante. Se trata de una donación del líder andalucista al Ateneo Popular de Isla Cristina, fechada en noviembre de 1923, para la Cabalgata de Reyes Magos y el denominado «Árbol de Noel», en esa población onubense y solicitada por Jaime Casanova Mirabent, presidente del mismo.
Si buscamos esos actos en la prensa local, descubrimos que, efectivamente, según «La Higuerita» del 7 de enero de 1924, en su primera página, el Ateneo celebró la festividad del Año Nuevo con ese «Árbol de Noel», «lujoso y artístico y luego las clásicas 12 uvas y un baile. Más tarde, de los donativos recibidos se hizo equitativo reparto de juguetes a los niños pobres y el sábado en la noche salió una nutrida caravana con Los Reyes Magos recorriendo todas las calles del pueblo vestidos originalmente».
Más adelante, en el mismo periódico, las crónicas explican con detalle que el Árbol estaba «alumbrado esplendorosamente y con valiosos juguetes que fueron repartidos entre las numerosas madres y padres de la infantilidad isleña». Y termina el relato: «los Reyes han sido más espléndidos que otras veces», «este año no podrán quejarse los pequeños de que los Santos Reyes hayan sido desatentos con ellos. Y es que los niños
y niñas han demostrado buen comportamiento».
Es evidente que las donaciones de «juguetes, ropas, dulces o dinero» fueron numerosas y, con ellas, se consiguió el objetivo de ofrecérselos a «los pequeños infantes desheredados de la fortuna».
Este documento es una señal más de la implicación de Infante en la vida social, política y cultural isleña. Lugar donde se retiró como notario para sufrir el denominado primer «exilio interior», durante la Dictadura de Primo de Rivera, en los últimos años del Reinado de Alfonso XIII. Un exilio roto posteriormente en 1930, en las proximidades de la Segunda República, para iniciar la campaña por la autonomía andaluza.
Manuel Hijano del Río, Profesor de la Universidad de Málaga.