Cuentos de Animales
… por Blas Infante
Aunque del conocido libro de Blas Infante se han publicado dos reediciones, con sus correspondientes estudios introductorios, ninguna se ha detenido en analizar, o al menos describir, las 22 ilustraciones insertadas en las 292 páginas del Cuentos de Animales original. Incluso, la primera reedición (Editorial SM/Fundación Blas Infante, 1984), las sustituye por otras seis de Rafael Bustelo Linera y, la segunda, (Diputación de Sevilla/Fundación Blas Infante, 2011) solo muestra una en la portada, muy desconcertante, sin relación aparente con el contenido de la obra y de autoría desconocida. Por ello, creemos de especial interés, desde la Fundación Blas Infante, dar especial relevancia a estos dibujos recogidos en el original y mostrarlos en esta exposición virtual.
El autor de estas 22 ilustraciones -incluida la portada- es Andrés Martínez de León. Conocido dibujante, escritor, articulista, nacido en Coria del Río en 1895 y fallecido en 1978. Su intensísima actividad profesional está detallada en la página web de la Fundación que lleva su nombre (http://www.fundacionmartinezdeleon.com/Andres-Mart-nez-de-Leon/). Gracias a esta fuente informativa, descubrimos su estrecha vinculación con Blas Infante.
No nos debe extrañar que el Padre de la Patria Andaluza le encargase a Andrés la ilustración de su libro, ya que, con anterioridad, le encomienda -nada más y nada menos- el dibujo de su idea del escudo de Andalucía y, tras Cuentos de Animales, le encarga la portada de su obra La verdad sobre el Complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía (1931). Sin embargo, no encontramos ninguna aportación del dibujante coriano en las revistas del andalucismo de esos años como, por ejemplo, Andalucía, Vida Marroquí o Córdoba.
Andrés, en parte, también es responsable de que Infante construyera su casa en Coria, según afirma en una entrevista en septiembre de 1978, realizada por José Franco, publicada en la revista de Feria de Coria y editada por el Ayuntamiento: “¡Hombre, Blas Infante! ¡Qué gran amigo fue! Don Blas se fue a vivir a Coria porque yo lo llevé a ver los terrenos, frente a la casa que yo tenía allí; terrenos que compró don Blas para construir lo que hoy es conocido por “el santuario andaluz”.
Entrando ya en el detalle de los dibujos, observamos que solo seis ilustraciones ocupan una página completa y todas cumplen en Cuentos de Animales el papel asignado a este tipo de recurso: agilizan el texto con escenas representativas del relato, para hacer más amena su lectura y ayudan a los/as lectores/as a “visualizar” algunos episodios. Los dibujos se acompañan de un par de líneas del texto en la parte inferior, para favorecer la interpretación del suceso.
Gracias a estos dibujos, podemos visualizar cómo los pastores describen al perro Preferío, cómo los ratones saltan por un piano, emitiendo “suaves vibraciones”, o nos imaginamos cómo era Múrido.
Hemos de destacar un dato curioso. Un dibujo aparece repetido tres veces: dos en el texto (páginas 101 y 186) y una en la portada. La escena pertenece al segundo de los cuentos, Historia de un Ratón vulgar. (Cuento de costumbres múridas), de los tres que componen el libro, y se acompaña de la frase “boquetes de desagüe del sumidero de la cocina…”. En este caso, contemplamos cómo la ratona Musa es cautivada por Musgaño, mientras que Múrido yace muerto a su lado, junto al boquete usado por los ratones para entrar o salir de la cocina. Desconocemos porqué Infante escoge esta escena para su portada y, además, la repite en dos páginas del texto.
Por último, observamos que seis dibujos ocupan una página completa y el resto comparte espacio con algunas líneas del texto. También algunos carecen de la firma de Andrés y que de los tres “cuentos” que componen el libro, el último –El Cuento de las tres cigarras– carece de al menos un apunte. Desconocemos también el motivo.
Desde la Fundación Blas Infante, le invitamos a realizar este breve, pero interesante recorrido por la esta muestra.
Pieza musical para amenizar la lectura del cuento: «Soy como aquel fiel peregrino» por el Canario de Colmenar.