Ante las barbaridades históricas y las afrentas contenidas en un audiovisual que está difundiendo una Fundación de indudable ideología de extrema derecha, la Fundación Blas Infante se ve obligada a denunciar este nuevo intento de descalificar a quien está reconocido en nuestro Estatuto de Autonomía como “Padre de la Patria Andaluza”.

Afirmaciones como que su objetivo era “la reislamización de España” o que proyectaba instalar “una dictadura” reflejan no solo el sectarismo político y el desconocimiento histórico de quienes esto inventan sino también su enorme ignorancia sobre el Ideal Andaluz que propugnaba Infante. Este no era otro que despertar en las andaluzas y andaluces la conciencia de Pueblo mediante la profundización y difusión de nuestra identidad histórica y cultural y la activación de nuestra conciencia política, con el objetivo de avanzar hacia una Andalucía libre de las subordinaciones a intereses y poderes externos y construida desde la igualdad y la solidaridad. Una Andalucía sin discriminaciones en que fuera posible “que nadie sea extranjero”. No debemos sorprendernos de que quienes son radicalmente contrarios a estos valores democráticos y a este horizonte traten de manchar al andaluz contemporáneo que más rotundamente los simboliza: Blas Infante.

Entendemos que no solo nuestra Fundación sino también las instituciones y organizaciones que así lo reconocen deben salir al paso de estos infundios y agresiones con firmeza y serenidad. Nuestra Fundación no ha querido dar la callada como respuesta al desvarío que denunciamos para que el silencio no pudiera ser interpretado como indiferencia o debilidad. Pero tampoco vamos a entrar en todas las provocaciones de este tipo que, a buen seguro, sucederán a esta. Quienes actúan de forma miserable no merecen que nadie se ponga a su mismo nivel.

En Andalucía, 17 de mayo de 2022.

La Fundación Blas Infante, ante la difusión por las redes sociales de una “felicitación de Fiestas” por parte de un grupo político en la que el motivo central es una foto del Padre de la Patria Andaluza (reconocido como tal en nuestro Estatuto de Autonomía) con un gorrito de Papa Noel y una caja en las manos que se supone con regalos navideños, se dirige a la opinión pública y en especial a los andaluces de conciencia para hacer constar:

  1. Entendemos que este uso de la imagen de Don Blas, una víctima de la represión golpista, asesinado en la noche del 10 al 11 de agosto de 1936 por haber sido “organizador del andalucismo” y “ revolucionario” -como consta en la infame sentencia dictada contra él cuatro años después de su muerte pretendiendo “legalizar” esta- es frívolo y totalmente fuera de lugar y solo puede achacarse a la inmadurez política de las personas que realizaron ese diseño y de quienes en el colectivo o partido denominado Defender Andalucía permitieron su difusión y rehusaron retirarlo cuando así les fue solicitado amigablemente por algunos patronos de esta Fundación y por otras personas andalucistas.

  2. Lo que era una frivolidad con un radio de difusión corto ha multiplicado su escala con el posterior tuit difundido por la parlamentaria y líder de Adelante Andalucía -coalición o confluencia a la que pertenece el colectivo mencionado- Teresa Rodríguez, dada su significación política y mediática. Esta afirma no solo que “le encanta” dicho cartel (sin explicar por qué) sino que cree que “a Blas también le encantaría”. Frivolidad sobre frivolidad que el patronato de esta Fundación no puede ya dejar pasar sin posicionarse porque entendemos que supone una manipulación inaceptable de quien fue principal ideólogo del Andalucismo, cuyo pensamiento continúa en lo fundamental hoy vigente. Uno de los fines centrales de esta Fundación es precisamente velar por la no desnaturalización de ese pensamiento, propiciar la profundización y despliegue del mismo y proteger la imagen de Blas Infante como persona y como símbolo.

  3. Hasta ahora, los ataques e intentos de descalificación o de ridiculización de su figura habían venido siempre de la ultraderecha o sectores próximos a esta. Ahora, partidos y personas que se reclaman andalucistas y soberanistas la banalizan y, sin dar explicación alguna, persisten en presentarlo de manera irrespetuosa aunque algunos de los responsables de ello nieguen esa falta de respeto. ¿Podrían decirnos cuál es el objetivo de presentar así a Blas Infante? ¿Creen de verdad que esa imagen contribuye a acercarlo a las generaciones jóvenes, como hemos podido leer en algún lugar de las redes sociales? Si fuera esto último, incurrirían en una doble falta de respeto: al Padre de la Patria Andaluza y a los jóvenes andaluces, que distan mucho de ser descerebrados.

  4. Es sabido, y desde su creación en 1983 creemos haberlo demostrado, que esta Fundación es independiente de cualquier partido político y no entra en la lucha interpartidaria. Pero no tiene otra opción que salir a escena cuando desde alguna de esas organizaciones se desnaturaliza el pensamiento de Blas Infante, se intenta apropiar su figura o se le ridiculiza, como ocurre en este caso más allá de cuales sean los objetivos e intenciones de quienes así han actuado.

  5. Por todo lo anterior, solicitamos a los grupos Defender Andalucía y Adelante Andalucía que suspendan la divulgación y apoyo al cartel referido y que, aunque sea privadamente, pidan también excusas a María de los Ángeles Infante, nuestra presidenta, que está lógicamente herida e indignada por el uso que están haciendo de la figura de su padre. Nos consta que en ambas organizaciones hay personas que no están conformes con la posición que en este tema han tomado los responsables (?) de ellas, quizá ya aquejados de nerviosismo preelectoral o agobiados por los resultados que les adelantan las encuestas. No todo vale para intentar hacerse notar y visibilizarse. Y menos, ser irrespetuosos con los símbolos de Andalucía. Creemos que se equivocan porque están tirando piedras sobre su propio tejado. Que no se den cuenta de ello y rectifiquen solo reflejaría un grave déficit de análisis y la confusión propia de los neoconversos (al andalucismo, no a la política).

En Andalucía, a uno de enero de 2022.

Por el Patronato de la Fundación Blas Infante, el Vicepresidente Javier Delmás Infante.

Ha aparecido en el BOJA del pasado día 4 el decreto mediante el cual se da cobertura legal a la utilización por parte del presidente de la Junta de un diseño inspirado en el escudo de Andalucía que modifica el creado por Blas Infante y los participantes en la Asamblea de Ronda de 1918 y oficializado en el vigente Estatuto de Autonomía. En ese diseño se elimina el lema y se añaden laureles, una corona real y la inscripción «Presidente de la Junta de Andalucía» (en masculino).

Esta Fundación hizo pública su posición al respecto cuando, hace unos meses, apareció este escudo que modifica el oficial (y que no lo «simplifica» como se lee en el decreto) en el atril y la solapa del actual presidente de la Junta. Nos ratificamos ahora en lo que entonces expresamos y añadimos que no vemos necesidad ni conveniencia alguna en esta innovación, que transforma, desnaturalizándolo, uno de los principales símbolos de nuestra nacionalidad. Creemos, además, que para la máxima autoridad política de Andalucía debería ser suficiente y un orgullo ostentar el escudo que representa a todos los andaluces y andaluzas sin modificarlo ni «personalizarlo». La referencia en el decreto a que el nuevo diseño se inspira en el ya existente de las medallas que se otorgan anualmente por el Consejo de Gobierno no supone justificación alguna para esta innovación, ya que es este diseño el que viene siendo una anomalía necesaria de remediar.

Por todo ello, el Patronato de la Fundación lamenta esta intervención en el escudo histórico y oficial de Andalucía; una acción que, más allá de sus intenciones -con las que no queremos especular- supone objetivamente una falta de respeto hacia uno de los símbolos más significativos de Andalucía, creado hace más de cien años por quien está definido en el Estatuto como «Padre de la Patria Andaluza».

Andalucía, 11 de enero de 2021.

La Fundación Blas Infante tiene, desde su creación en 1983, como fin fundamental preservar el legado de Blas Infante y difundir su pensamiento, así como profundizar en los problemas de Andalucía y en sus posibles soluciones a la luz de ese pensamiento adaptado a nuestro presente. Uno de los contenidos centrales de ese legado son los símbolos de Andalucía como Pueblo, entre ellos la bandera y el escudo que él propuso y fueron aprobados en la Asamblea de Ronda de 1918. Son los mismos que están hoy contenidos en nuestro Estatuto de Autonomía, junto al himno cuya letra también él compuso y a la definición de “nacionalidad histórica” que el acuñó.

Por ello nos causa tristeza y estupor que uno de esos símbolos, concretamente el escudo, haya sido utilizado, desvirtuándolo con añadidos que lo desnaturalizan, por la más alta jerarquía de la Junta de Andalucía, el actual presidente de esta, para componer un escudo, sello, pin o como se le quiera llamar que distinga precisamente a la Presidencia de la Junta. Estimamos que para esta, y para el conjunto de la Junta de Andalucía como institución (gobierno, consejerías, parlamento, poder judicial y otras instancias) no puede haber otros símbolos que los oficiales, definidos tal como figuran en el Estatuto.

La deriva hacia la banalización del escudo de Andalucía comenzó pronto en el periodo autonómico. En 1985 se inició la concesión de Medallas de Andalucía a personas cuyos méritos las hicieran acreedoras de ese reconocimiento y ya entonces en lugar de figurar en ellas el escudo de Blas Infante, se añadieron a este, incomprensiblemente, unos laureles y una corona de gran tamaño. Años después, la Junta sustituyó el escudo en la mayor parte de sus documentos y comunicaciones por un logo de muy difícil comprensión, que se mantuvo hasta que muy recientemente el actual gobierno lo sustituyó por una A, que sí puede evocar el nombre de Andalucía, aunque también el de Argentina, Andorra o cualquier país cuyo nombre comience por esa letra. Y ahora se innova con un escudo que recuerda el de las Medallas y que sustituye al verdadero escudo de Andalucía en la solapa y el atril del señor presidente.

Más allá de la posible ilegalidad de ello -lo que tendrá que ser dilucidado en las instancias correspondientes- queremos manifestar que consideramos totalmente rechazable el tratamiento que se le ha dado y se da actualmente al escudo de Andalucía, que es uno de nuestros símbolos y un componente muy importante del legado que nos dejó quien está definido, también en el Estatuto, como “Padre de la Patria Andaluza”. Por ello, damos cuenta pública de nuestro rechazo a esta medida y solicitamos que sea anulada. Lo hacemos con la fuerza moral que nos da nuestro compromiso de ser guardianes del patrimonio ético, político y simbólico blasinfantiano. Un compromiso al que no rehusaremos mientras esta Fundación exista.

Andalucía, 5 de mayo de 2020.

La Fundación Blas Infante, ante los insultos y despropósitos que están siendo vertidos estos días en medios de prensa y redes sociales contra quien ostenta el título de «Padre de la Patria Andaluza» –como figura en el preámbulo del vigente Estatuto de Autonomía-, considera un deber salir al paso de estos desmanes y de algunas informaciones publicadas sobre el acto de homenaje a su memoria celebrado el pasado día 10 en el lugar de su asesinato, al cumplirse el 83 aniversario de este. Sin pretender entrar en polémica alguna, la Fundación quiere comunicar a las andaluzas y andaluces lo siguiente:

1) Que reflejan una bajeza moral incalificable los adjetivos con los que ciertos personajes de la ultraderecha, algunos de ellos en puestos institucionales, están intentando descalificar la figura de quien durante toda su vida luchó por medios democráticos y pacíficos por activar la conciencia del pueblo andaluz y conseguir que este “se redimiera por sí mismo”, La ignorancia, sobre la vida y el pensamiento de Infante y el odio hacia lo que él simboliza -Andalucía como Pueblo- se traducen en exabruptos que no merecerían consideración alguna si no fuera por la publicidad mediática que se les está dando. Nos indigna, aunque no nos sorprende, que quienes se sienten herederos político-ideológicos de quienes asesinaron a don Blas y dictaron condena contra él cuatro años después de su asesinato quieran enterrar el pensamiento de este –cuando su cuerpo aun no ha sido desenterrado- mediante la mentira, el desprecio y las descalificaciones sobre su vida y su obra.

2) Como todos los años, el 10 de agosto, la Fundación convocó un acto público, abierto, plural, no partidista ni sujeto al control de ninguna institución, para homenajear a Infante en el lugar de su asesinato. Se realizó la invitación a participar en la ofrenda floral a un abanico muy amplio de organizaciones sociales, culturales y políticas, excluidas, lógicamente, las declaradamente ultraderechistas. Más de cincuenta entidades estuvieron presentes y otras enviaron mensajes de adhesión. Las intervenciones corrieron a cargo de tres miembros del patronato de la propia Fundación, ninguno de los cuales pertenece a partido político alguno, los cuales subrayaron la vigencia de lo esencial del pensamiento blasinfantiano y recordaron también a dos andaluces del mundo de la cultura recientemente fallecidos: Salvador Távora y Juan Carlos Aragón. Hemos de lamentar que en no pocas «informaciones» sobre el acto parecería que este hubiera sido protagonizado por partidos políticos cuando los que acudieron se limitaron –como no podía ser de otra manera- a depositar un ramo de flores, sin intervención alguna en otras secuencias del acto.

3) La Fundación Blas Infante quiere reiterar su firme compromiso con sus objetivos estatutarios, que son velar por la difusión y profundización en el pensamiento de Blas Infante y en la evolución del andalucismo, así como promover el estudio de la cultura y la sociedad andaluzas y de la solución de sus problemas, en todas sus dimensiones. Y ello desde la independencia respecto a partidos e instituciones aunque siempre abiertos a las colaboraciones que puedan facilitar el cumplimiento de sus fines.

Andalucía, 14 de agosto de 2019.

Desde la Fundación Blas Infante nos sumamos a la tristeza y el pesar por el fallecimiento de Salvador Távora, patrono de nuestra Fundación y persona muy querida por todos los que hemos tenido la suerte de conocerlo.

Távora, nacido el 3 de abril de 1930 en Sevilla, nos deja el mejor de los recuerdos en todo aquello que hizo por su querida Andalucía. Y como patrono de la Fundación, la huella imborrable de quien puso lo mejor de sí mismo para que el legado del Padre de la Patria Andaluza y la identidad y el ser andaluz fueran más universales si cabe.

Nuestro ánimo y cercanía a sus familiares en estos momentos.