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Aquí puedes encontrar artículos y reseñas sobre actividades de la Fundación Blas Infante
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Más datos sobre el viaje de Blas Infante a Galicia en el verano de 1928
Más datos sobre el viaje de Blas Infante a Galicia en el verano de 1928
Manuel Hijano del Río
Profesor Titular de la Universidad de Málaga y Miembro Consejo Patronato Fundación Blas Infante
De los viajes de Blas Infante, el más conocido es el de Agmat, realizado hace justo cien años, en septiembre de 1924. Sin embargo, Blas Infante también viaja a otros lugares fuera de Andalucía, como a Galicia, en 1928. Con ello pretende Infante conocer a fondo la realidad de una tierra y una realidad social y económica singular, pero con ciertos elementos semejantes a Andalucía.
Primero hemos de distinguir entre la revista Nos, (1920-1936) de carácter artístico y literario, lingüísticos, etnográficos, filosóficos y de pensamiento político nacionalista y A Nosa Terra, de carácter regionalista galleguista y con diversas etapas, entre 1907 y 2011. Algunos autores han estudiado la vinculación entre andalucismo y galleguismo usando exclusivamente la primera, la revista Nos; sin embargo, la relación fue mucho más estrecha con la segunda, A Nosa Terra.
Hecha esta primera anotación, para introducirnos en la visita a Galicia se ha de tener en cuenta que los contactos del andalucismo con el regionalismo gallego se remontan varias décadas antes. Por ejemplo, en abril de 1898, la denominada Revista Gallega, semanario de literatura regionalista, publicada en A Coruña inserta esta noticia haciéndose eco del resurgir del andalucismo regionalista culturalista representado en la revista granadina La Alhambra y su director Francisco de Paula Valladar [1].
En el diario Gaceta de Galicia de 1 de septiembre de 1912, aparece el orden del día del Congreso Georgista de Ronda. Como es bien conocido, Blas Infante presentó una ponencia junto a José Capitán, titulada “procedimiento que debe seguirse para interesar en el estudio del georgismo al Instituto de Reformas Sociales y organismos similares” [2].
O, por ejemplo, La voz de la Verdad acusa recibo de la revista hispalense andalucista Bética donde aparecen artículos de Blas Infante o Isidro de las Cagigas, entre otros [3]. El Pueblo Gallego publica un artículo del galleguista Antonio Villar Ponte donde analiza un texto manuscrito de Blas Infante, muy probablemente la primera parte de Fundamentos de Andalucía, denominada Crítica al principio de las nacionalidades. En esa nota, el regionalista gallego califica a Infante de “notable pensador bético”, y el texto del andaluz como “un serio estudio acerca del fundamento de Andalucía que completa conceptos vertidos en su hermoso libro “Ideal Andaluz” [4].
De igual modo, por estas fechas, la revista Nos, dice del regionalismo andaluz: «E Andalucía comenza a superar o flamenquismo. O verbo de Gastalvé e a pluma de Blas Infante, convírtiense en guías do andalucismo, que ha de entroncar o porvir de rexión meridional do España, cos antigos exprendores da Bética de Séneca, da Bética de Averroes” [5].
Antón Villar Ponte, usando una referencia extraída de la Tesis de Eva Cataño, estudia las coincidencias entre andalucismo y galleguismo, puesto que ambos reivindican la “necesidad de hacer de la península un todo armónico donde por el reconocimiento de lo diverso de cada pueblo integrador de la misma pueda llegarse a una unidad fecunda generadora de un alto ideal común que permita el libre desarrollo espontáneo de la propia alma de aquellos” [6].
Por otro lado, el andalucismo, por medio de la revista Andalucía, también muestra referencias a Galicia y al galleguismo. En marzo de 1917, José Blázquez Belda escribe “El renacer de Galicia podemos fácilmente apreciarlo a través de las páginas de Nacionalismo Gallego, Nuestra afirmación regional que acaba de publicar don Antonio Villar Ponte, y toda su pureza queda patente con la creación de la Hermandade dos Amigos Da Fala” [7].
La revista regionalista gallega A Nosa Terra acusa recibo del envío de la andalucista Andalucía: “Se llama esta revista Andalucía. El último número llegado a nuestras manos contiene trabajos magistrales. En todos late el sentimiento regionalista fuerte y hondo. Andalucía desprecia a los toreros y fustiga crudamente al flamenquismo, teniendo alabanzas para los regionalistas catalanes, vascos y gallegos”. La respuesta de Andalucía es “agradecemos sus elogios inmerecidos”[8].
Estas son solo algunas referencias en prensa. También se pueden añadir algunas cifras para demostrar el vínculo andalucismo/galleguismo: por ejemplo, aparecen trece libros de la editorial gallega Nos en los fondos de la Biblioteca personal de Blas Infante y 15 de carácter galleguista; hallamos 38 referencias a Galicia en la revista Andalucía, 18 en la revista Córdoba y 32 en la revista Vida Marroquí, las tres publicaciones más importantes del andalucismo histórico.
Hemos mencionado a Villar Ponte. ¿Pero quién es? Antón Villar Ponte nace en 1881 y fallece solo cuatro meses antes del Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Fue uno de los principales líderes del galleguismo. De profesión farmacéutico, se dedicó a publicar numerosas colaboraciones en diarios tales como Guau-guau, otros de Madrid, Galicia y Barcelona, y fue redactor de La Voz de Galicia y director de A Nosa Terra. En 1916 promueve la creación de Irmandades da Fala, en A Coruña. Unas entidades que se extendieron por numerosas localidades gallegas. En 1929 ingresa en Organización Republicana Gallega Autónoma, de Santiago Casares Quiroga, un partido republicano de izquierda galleguista, fundado también en La Coruña. En las elecciones constituyentes de la Segunda República, obtuvo un escaño por la Federación Republicana Gallega. Tras la escisión del galleguismo en 1932, con Castelao y el nacionalista Partido Galleguista, Villar optó por mantener la línea autonomista del Partido Galleguista.
En definitiva, la vinculación orgánica, institucional, e ideológica entre el galleguismo y el andalucismo de esos años explicaría el especial interés de Infante por esa tierra. Lacomba ya lo intuía, con menos información de la que hoy disponemos: “con esta excursión gallega intentaba construir lazos de solidaridad con un movimiento que estaba empeñado en objetivos similares a los que perseguía el andalucismo” [9].
Blas Infante viaja a Galicia en 1928, eso está demostrado. Ya no caben dudas acerca del año, tal y como plantearon en su momento Lacomba, Iniesta o Agudelo. Ahora bien, aún no podemos saber con exactitud la fecha. Posiblemente entre los meses de julio y septiembre. El viaje se acota hasta ahora por dos datos:
El primero se basa en la breve crónica de Infante de su viaje publicada del periódico Pueblo Andaluz de junio de 1931. Infante asegura que el viaje lo hizo con el novelista José Mas, cuando estaba en esos momentos tomando notas para su novela La Costa de la Muerte y, además, cuenta una anécdota sobre la imagen de Santiago de Pontedeume. Por ello, cabe deducir, que la visita se hizo en julio de 1928, en las proximidades de la fiesta de Santiago.
Efectivamente, el relato incluye esta anécdota citada en muchísimas ocasiones y, por tanto, muy conocida: “En Puentedeume, en unión de mi fraterno Pepe Mas, (quien entonces tomaba notas para su bellísima novela ‘Por la costa de la Muerte’) había visitado una iglesia en la cual, como en todas las de Galicia, se encuentra un Santiago matando moros. El Santiago sobre las andas, en el centro de la Iglesia, nos sugirió esta interrogación. ¿Por qué Santiago mata a estos hombres? ¡Oh Señor!, contestó el monaguillo “Porque os moros mataron nosso Señor. Y añadió el sacristán: Son os granadinos señor, gente muy mala” [10].
La narración termina con un compromiso, que explica la nota en ese diario en 1931: “pedí a los compañeros de Galicia, que cuanto España recobrase su libertad, celebrarán una fiesta en la cual, como señal de amor y de reconocimiento de Andalucía, desmontasen a Santiago y le rompiesen la lanza. Así lo llegaron a prometer”. Y finaliza en clara alusión al régimen republicano instaurado solo dos meses antes: “¿Es ya la hora, queridos hermanos de Galicia?” [11]. Los autores mencionados suponen que, al estar expuesto el Santiago Matamoros en el centro de la Iglesia en unas andas, es porque Infante y Mas estuvieron allí en fechas cercanas al 25 de julio, festividad de Santiago.
Sin embargo, tenemos que dudar de que ese hecho se produjera en esas fechas. Puestos al habla con el párroco de la Iglesia de Santiago de Pontedeume, Benjamín Sevillano, nos informa por teléfono que “Santiago Matamoros” no se ha procesionado nunca por el enorme peso de la talla de madera, y porque está subida a unas andas para ser llevada solo por cuatro personas. La imagen está todo el año expuesta en esas andas en la parte trasera de la iglesia. Es más, adjuntamos a este artículo las imágenes que nos envió. No cabe suponer que estuviera en un lugar especial por estar cerca la onomástica de Santiago y fuera a salir en procesión. Es decir, ¿esta anécdota ocurrió en julio? Puede que sí, puede que no.
La segunda fecha nos la proporciona la primera referencia periodística del viaje Galicia. La consideramos más fidedigna. Concretamente, se trata del periódico coruñés El Orzán del 18 de septiembre. El texto de esta noticia nos aporta un dato muy revelador: “Llegó de Andalucía el distinguido publicista don Blas Infante, hermano del juez de instrucción del distrito de la Audiencia de esta capital, don Ignacio Infante” [12]. Las otras referencias en los medios son de fechas posteriores.
Efectivamente, hemos comprobado por la Gaceta de Madrid que el hermano Ignacio se encuentra en La Coruña desde el 1 de marzo de 1928 como juez de esa ciudad. Este es un dato importante que ayuda a comprender porqué el líder andalucista elige esta localidad para comenzar su ruta. La presencia de su familiar facilita su estancia en Galicia. Muy probablemente, le facilitaría hospedaje y los preparativos para su llegada. Ignacio Infante Pérez solo permaneció en La Coruña siete meses. El 10 de diciembre se traslada, en respuesta a su solicitud, al Juzgado de primera instancia de Málaga [13].
Para empezar a desentrañar los entresijos del viaje a Galicia, del que ya sabemos que posiblemente usó La Coruña como cuartel general, hemos de releer el mencionado artículo publicado por Infante en Pueblo Andaluz de 1931. Se trata de una breve crónica dedicada a Antonio Villar Ponte para que se lo transmita a sus compañeros de Nos. Comienza el artículo con una errata tipográfica, estamos ya convencidos de ello, puesto que sitúa la ruta en 1929 [14].
Ese texto nos revela un nuevo dato. El viaje no lo hizo solo. Lo hizo en compañía de un escritor, José Más Laglera. Joaquín Agudelo ha estudiado a José Mas y asegura que casi todas sus novelas -casi treinta- se apoyaban en un minucioso estudio in situ. En este caso, se trata de La Costa de la Muerte. Agudelo, concluye el recorrido de ambos andaluces por tierras gallegas: Maltica, Bruño, Puente Ceso, Corme, Allones, Telleira, Lage, Vimianzo, Camariñas, Gelves, Corcubión, Finisterre, Cée, Noya, son solo algunos nombres del largo itinerario recorrido por ambos personajes [15].
Una vez en La Coruña cabe plantearse el porqué elige esta localidad para mantener contacto con los gallegos. La primera respuesta ya la hemos apuntado: su hermano reside allí, por lo cual tendría solucionado cuestiones tales como hospedaje y manutención. Pero también cabe destacar otro dato. La vinculación del andalucismo e Infante con las estudiadas Irmandades da Fala le lleva a conectar con el grupo original radicado en esta ciudad.
Afirma Infante en su artículo del 31 que su estancia duró un mes, creemos que es una afirmación aproximada, y los galleguistas le brindaron un “inolvidable agasajo” en el Salón de un Hotel “abierto a la hermosa Ría” [16]. Posiblemente, se trate del Hotel Atlántico, un espacio dedicado al ocio de republicanos de izquierda, anexo a la Ría y opción alternativa al Hotel Palace, de ambiente conservador y situado en pleno centro. Detalla que su intervención se centró en explicar cómo Al-Andalus por su “historia heterodoxa” supone un “cauce subterráneo bajo la costra superficial asimilista puesta sobre nosotros como una losa (…) (por) austriacos y borbónicos” [17].
La presencia de Infante causó gran expectación. Por un lado, la prensa galleguista lo presenta como quien “sembró el ideal regionalista en Andalucía”, “publicó artículos, folletos, libros” y “dio conferencias notables” [18]. Lo consideran un “cómplice” de sus ideas regionalistas desde la revista Bética [19]. También todas las fuentes consultadas aplauden “sus más bellos trabajos destaca aquel en que atribuye al Quijote la decadencia del idealismo español. Blas Infante, hombre joven todavía, está dispuesto ahora como siempre a laborar en todo su gran talento por la grandeza de España” [20].
En la conferencia, según el Diario de la Marina, “tronó duramente contra la falsa leyenda del pintoresquismo meridional y contra las corridas de toros (…) Piensa que solo puede surgir la España grande creándose la estructura de manera autónoma, como una confederación de Estados” [21].
Y concluyen: “Era, por tanto, deber de los hermanos Coruña agasajarlo. Un hombre de ideas y La información de Blas Infante no pudo pasar desapercibido por la capital de Galiza” [22]. El Pueblo Gallego dice de él “Hemos saludado verdadera efusión al ilustre pensador que supo hacer despertar en su tierra un noble y fecundo sentimiento regionalista” [23].
La valoración de los nacionalistas gallegos de la visita es muy positiva: “Y básicamente, entre gallegos y andaluces, se volvieron a estrechar los viejos lazos de amistad por el bien de la gran Iberia con la que todos soñamos. Blas Infante ya sabe lo mucho que se le quiere, lee y admira en Galiza” [24].
[1] (Ecos de la Región. Regionalismo andaluz. La Alhambra, 15 de abril de 1898, p. 128).
[2] (El Congreso Georgista de Ronda. Gaceta de Galicia, 1 de septiembre de 1912, p. 1).
[3] (Miscelánea. La Voz de la Verdad, 27 de septiembre de 1914, p. 2).
[4] (Villar Ponte, A. Pretextos cotidianos. El problema de la estructuración estatal. El Pueblo Gallego, 26 de septiembre de 1930, p. 1).
[5] (Nos, 15 de agosto 1930, p. 162).
[6] (Cataño, E. La imagen de Blas Infante y del Andalucismo en la prensa española de la Segunda República. Tesis Doctoral, 2021, Universidad de Sevilla, p. 68).
[7] (José Blázquez Belda. La voz de Cataluña. Andalucía. Marzo 1917, p. 15).
[8] (Andalucía, mayo 1917, p. 24).
[9] (Lacomba, J.A., (1988). Regionalismo y autonomía en la Andalucía contemporánea (1835-1936), Caja General de Granada, p.220).
[10] (Blas Infante. La fiesta de Santiago. Pueblo Andaluz, 20 de junio de 1931, p. 4).
[11] (Infante, B. La fiesta de Santiago. Pueblo Andaluz, 20 de junio de 1931, p. 4).
[12] (El Orzán, 18 de septiembre de 1928).
[13] (Real Orden 1196 de 10 de diciembre de 1928, Gaceta de Madrid de 11 de diciembre, nº 346, p. 1626 y Real Orden 213, Gaceta de Madrid de 2 de marzo, nº 62, p. 1410).
[14] (Blas Infante. La fiesta de Santiago. Pueblo Andaluz, 20 de junio de 1931, p. 4).
[15] (Agudelo, J. (1989). José Mas con Blas Infante en Galicia. Actas del III Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Fundación Blas Infante, 153-170).
[16] (Blas Infante. La fiesta de Santiago. Pueblo Andaluz, 20 de junio de 1931, p. 4).
[17] (Infante, B. La fiesta de Santiago. Pueblo Andaluz, 20 de junio de 1931, p. 4).
[18] (“Blas Infante”, A Nosa Terra, 1 de otoño de 1928, 253, p. 1).
[19] (“Blas Infante”, A Nosa Terra, 1 de otoño de 1928, 253, p. 1)
[20] (Personalidades que pasan. Blas Infante. El Pueblo Gallego, 21 de septiembre de 1928, p. 9).
[21] (Por las regiones de España. Diario de la Marina, 13 de octubre de 1928, p. 10).
[22] (“Blas Infante”, A Nosa Terra, 1 de otoño de 1928, 253, p. 1).
[23] (Personalidades que pasan. Blas Infante. El Pueblo Gallego, 21 de septiembre de 1928, p. 9)
[24] (“Blas Infante”, A Nosa Terra, 1 de otoño de 1928, 253, p. 1).