Comunicado de la Fundación sobre el Escudo de Andalucía

La Fundación Blas Infante tiene, desde su creación en 1983, como fin fundamental preservar el legado de Blas Infante y difundir su pensamiento, así como profundizar en los problemas de Andalucía y en sus posibles soluciones a la luz de ese pensamiento adaptado a nuestro presente. Uno de los contenidos centrales de ese legado son los símbolos de Andalucía como Pueblo, entre ellos la bandera y el escudo que él propuso y fueron aprobados en la Asamblea de Ronda de 1918. Son los mismos que están hoy contenidos en nuestro Estatuto de Autonomía, junto al himno cuya letra también él compuso y a la definición de “nacionalidad histórica” que el acuñó.

Por ello nos causa tristeza y estupor que uno de esos símbolos, concretamente el escudo, haya sido utilizado, desvirtuándolo con añadidos que lo desnaturalizan, por la más alta jerarquía de la Junta de Andalucía, el actual presidente de esta, para componer un escudo, sello, pin o como se le quiera llamar que distinga precisamente a la Presidencia de la Junta. Estimamos que para esta, y para el conjunto de la Junta de Andalucía como institución (gobierno, consejerías, parlamento, poder judicial y otras instancias) no puede haber otros símbolos que los oficiales, definidos tal como figuran en el Estatuto.

La deriva hacia la banalización del escudo de Andalucía comenzó pronto en el periodo autonómico. En 1985 se inició la concesión de Medallas de Andalucía a personas cuyos méritos las hicieran acreedoras de ese reconocimiento y ya entonces en lugar de figurar en ellas el escudo de Blas Infante, se añadieron a este, incomprensiblemente, unos laureles y una corona de gran tamaño. Años después, la Junta sustituyó el escudo en la mayor parte de sus documentos y comunicaciones por un logo de muy difícil comprensión, que se mantuvo hasta que muy recientemente el actual gobierno lo sustituyó por una A, que sí puede evocar el nombre de Andalucía, aunque también el de Argentina, Andorra o cualquier país cuyo nombre comience por esa letra. Y ahora se innova con un escudo que recuerda el de las Medallas y que sustituye al verdadero escudo de Andalucía en la solapa y el atril del señor presidente.

Más allá de la posible ilegalidad de ello -lo que tendrá que ser dilucidado en las instancias correspondientes- queremos manifestar que consideramos totalmente rechazable el tratamiento que se le ha dado y se da actualmente al escudo de Andalucía, que es uno de nuestros símbolos y un componente muy importante del legado que nos dejó quien está definido, también en el Estatuto, como “Padre de la Patria Andaluza”. Por ello, damos cuenta pública de nuestro rechazo a esta medida y solicitamos que sea anulada. Lo hacemos con la fuerza moral que nos da nuestro compromiso de ser guardianes del patrimonio ético, político y simbólico blasinfantiano. Un compromiso al que no rehusaremos mientras esta Fundación exista.

Andalucía, 5 de mayo de 2020.